OPINIÓN | El complejo del héroe y el gigante egoísta

En relación al artículo publicado en este mismo: “Organizaciones denuncian que inmobiliarias parcelan mega loteos para eludir legislación ambiental”, que fue publicado anteriormente en un medio del sur de Chile por el periodista Patricio Segura, el cual además de estar fundado en injurias y difamaciones, omite los claros beneficios de una realidad que llegó para quedarse, que es la democratización de la conservación de la naturaleza y su restauración.

Lo primero es aclarar que Biósfera Austral ha desarrollado todos sus parques con la asesoría de diversos profesionales expertos, avalado por consultas de pertinencia ambiental a consultoras especializadas, bajo el amparo y las correspondientes certificaciones que otorga la ley y con un estándar de conservación que el mismo autor de la nota nos reconoció en una reunión “que es de lo mejor que ha visto”.

Sin ir más lejos, los proyectos que mencionan en la nota, como es el caso de Parque Río Palena y Parque Austral, suman aproximadamente mil hectáreas, de las cuales un 97% es destinado a conservación a perpetuidad y a restauración en aquellos campos que estuvieron muchos años siendo erosionados por la ganadería excesiva y la tala de bosque. Allí además, se han removido cercos para permitir el libre tránsito de la fauna silvestre, se han erradicado especies invasoras, aplicando agricultura biodinámica y biointensiva para recuperar suelos erosionados, remoción de represas, entre varios otros aspectos.

De esta manera, solo un 3% del predio puede ser cohabitado sosteniblemente. Esta mínima intervención posible no permite cercos ni subdivisiones, tampoco animales domésticos, resguarda el valor paisajístico con altos criterios escénicos, no permite actividades comerciales ni industriales, tampoco el uso de herbicidas, pesticidas, ni la práctica e implementación de cualquier actividad que ponga en peligro el resguardo del suelo agrícola y la ruralidad, además de asegurar a perpetuidad la baja densidad.

Otro ejemplo de ello, es que en Parque Río Palena no se permiten camino vehiculares interiores ni motores, y que promueve un estilo de vida “off the grid” sin ningún tipo de infraestructura inmobiliaria permitida.

Esta mínima intervención posible no permite cercos ni subdivisiones, tampoco animales domésticos, resguarda el valor paisajístico con altos criterios escénicos, se trabajan las aguas negras y grises, además de tecnologías de biorremediación, cosecha de agua lluvia y electrificación solar. Todo esto sumado a que no permite actividades comerciales ni industriales, tampoco el uso de herbicidas, pesticidas, ni la práctica e implementación de cualquier actividad que ponga en peligro el resguardo del suelo agrícola y la ruralidad, además de asegurar a perpetuidad la baja densidad.

Importante también aclarar que los gravámenes de conservación no abarcan áreas comunes, sino que todo el territorio, junto con no participar de ningún banco de compensación ambiental.

Asimismo, todos nuestros proyectos están acogidos al Derecho Real de Conservación, que en nuestro caso es certificado y firmado ante la Fundación Geute Conservación Sur, uno de los referentes nacionales más importantes en temas de conservación y protección de la naturaleza, quienes desde una mirada técnico legal, crean proyectos propios y colaborativos, además de asesorar a empresas privadas, sociedad civil, gobierno y organizaciones con el fin de favorecer la conservación de la biodiversidad.

Por todo lo anterior, es lamentable y éticamente reprochable, que no se consideren las posiciones involucradas y se expongan datos sin ser confirmados.

Sin perjuicio de lo anterior, seguiremos promoviendo con más fuerza aún iniciativas accesibles de conservación que promueven la innovación, la educación ambiental, la economía local y el resguardo de actividades rurales armoniosas con el medio ambiente. Y de momento, es hora de hacer un llamado transversal a parar con la funa y la cancelación de quién piensa distinto, lo cual se puede ver reflejado en este caso.