Día mundial de la ballena: valor ecoturístico de los grandes cetáceos en su paso por Chile

Cada 19 de febrero se conmemora el Día Mundial de las Ballenas; mamíferos que siempre han generado fascinación por su gran tamaño y potente canto submarino, popularizando paseos en barco o desde tierra firme para ver a las ballenas en sus rutas migratorias. Chile, con sus kilómetros y kilómetros de costa hacia el océano Pacífico, atravesados por la fría corriente de Humboldt, es un país privilegiado para avistar estos grandes mamíferos.

En los últimos años, con el aumento de sensibilidad sobre el calentamiento global y sus consecuencias, las ballenas adquirieron un nuevo atractivo en base al importante rol que cumplen ante la crisis climática. 

Los enormes cuerpos de las ballenas son recipientes que capturan grandes cantidades de carbono de la atmósfera. Cuando una ballena muere de forma natural, se hunde al fondo del mar y el carbono que llevaba en su cuerpo queda allí capturado por siglos. 

El llamado de la comunidad científica es a generar iniciativas ecoturísticas que combinen el avistamiento de ballenas con la educación ambiental, y que lo hagan de forma responsable tomando en cuenta que muchas de las ballenas que habitan o pasan por las costas del país pertenecen a especies amenazadas. 

Ecoturismo responsable

A esto apuntan campañas como “Ballena a la vista” de la fundación MERI, que en su versión de este año presentó una guía con sugerencias para un avistamiento responsable de ballenas, e información sobre su rol ecológico.

Fundación MERI también se encuentra instalando un sistema de boyas inteligentes que permitan identificar ballenas y alertar a las embarcaciones que pasan por un lugar, para evitar colisiones. La primera boya de esta iniciativa entró en operación en los últimos meses. 

No cortarles el trayecto a las ballenas con la embarcación, vigilar la velocidad de acercamiento y mantener cierta distancia y dejar que las ballenas decidan si se acercan o no, ya que algunas especies son más amigables que otras y acercarse sin saber puede interrumpir su comportamiento natural de alimentación o cría, son algunas de las recomendaciones consolidadas en distintas guías de turismo responsable.

Principales lugares de avistamiento de ballenas en Chile:

• Caleta Chañaral de Aceituno. Región de Atacama. Es una pequeña localidad  de pescadores que presenta una de las mejores condiciones para el avistamiento de cetáceos.
• Parque Marino Francisco Coloane. Es un área protegida de 67 mil hectáreas, ubicada entre las islas Santa Inés, Riesco y la península de Brunswick. Allí, circulan libremente cientos de ballenas en busca del krill, la principal base de su dieta.
• En el Golfo de Corcovado y el noreste de la Isla Grande Chiloé se han registrado la mayor cantidad de avistamientos de Ballenas Azules de todo el Hemisferio Sur.
• La Antártica es uno de los mejores lugares para el avistamiento de ballenas en Chile. En estas frías aguas es posible ver a la ballena jorobada, la franca austral, la minke y la azul.

Datos curiosos:

• La ballena azul es el animal más grande del que se tiene registro. Puede llegar a medir más de 30 metros y pesar lo mismo que 33 elefantes. Debido a esto, es normal que sus órganos también sean enormes; por ejemplo, su lengua puede pesar casi tres toneladas y su corazón puede llegar a pesar 600 kilos y alcanzar la altura de una persona adulta. El ancho de su cola, en tanto, equivale a tres arcos de fútbol puestos en línea.
• La ballena azul es una especie paragua, un objeto de conservación presente en todos los océanos, por lo que su estado de conservación es un reflejo del estado de salud de los océanos.
• En Chile habitan 43 especies de cetáceos, alrededor del 40% de todas las especies del mundo, y muchas de ellas se encuentran amenazadas.
• Los sonidos repetitivos y duraderos que emiten algunas especies de ballena, como la ballena jorobada, son reconocidos en el mundo científico como los cantos más complejos del mundo animal.
• Los cachalotes presentan una forma de dormir muy curiosa, pues se disponen de manera vertical al descansar. Además, estas ballenas duermen entre 7 y 15 minutos, siendo de los animales con la menor dependencia del sueño en el planeta.