Conoce el autodidacta oficio de los avistadores de pumas en Torres del Paine

Por: María del Mar Parra | Publicado: 28.05.2023
Conoce el autodidacta oficio de los avistadores de pumas en Torres del Paine PUMAS TORRES / Foto: Iván Berríos
Iván Berríos cambió su vida cuando se mudó desde Curicó a la región de Magallanes, donde se enamoró de los pumas que viven en el parque Torres del Paine. Como guía de fauna, se dedica a que turistas puedan conocer a este felino nativo de forma respetuosa, para aprender a valorarlo.

Iván Berríos vive en Puerto Natales, en el extremo sur del país, y se dedica a algo que poca gente hace: es guía especializado en fauna. Específicamente, en pumas.

Comenzó fotografiando pumas en el parque Torres del Paine y para eso tuvo que aprender sobre el comportamiento de estos felinos de forma autodidacta. Mirando documentales y saliendo a terreno a observar la fauna, fue adquiriendo experiencia, atravesando también por algunas situaciones peligrosas de las que salió ileso.

“El puma es un depredador. En el horario en que se mueve, todos los otros animales, que son sus presas, están alerta y tienen un método para ayudarse entre sí. Entonces uno puede ver cuando un guanaco está nervioso, y uno puede escuchar los sonidos de alerta, y saber que los pumas están cerca”, comenta.

Respetar al animal

La fotografía le dio esa experiencia, y también le enseño la lección más importante: poder apreciar a los animales, respetándolos.

“Cuando compré mi primera cámara le sacaba foto a todo. Una vez salí con un fotógrafo gringo más viejo. Había un águila mora aperchada en una rama, y si me acercaba lo suficiente salía el águila y las Torres del Paine de fondo. Saqué la foto y el águila se fue. El gringo me preguntó cómo había quedado la foto y le dije que quedó bacán, pero él no la quiso ver. Ya tienes tu foto, pero ¿dónde está el animal? Lo molestaste por una foto. No quiero verla”, cuenta Iván.

Desde las fotos de pumas que subía en sus redes, comenzaron a hablarle turistas que querían salir con él a ver pumas. Al principio él rechazaba la oferta, pero luego de la pandemia, para dejar de trabajar en oficios que no le gustaban, se certificó como guía y comenzó a trabajar en el parque.

“Cuando yo empecé éramos pocos, pero en los últimos años se ha popularizado más y hay varios guías, y agencias, que ofrecen el avistamiento de pumas. Yo no he querido trabajar en agencias porque pierdo el control sobre a quién estoy llevando a ver los animales. Yo no garantizo un producto, sino la experiencia y necesito ir con gente que sepa que lo primero es el animal y su comodidad, y que si no se pueden ver lo van a disfrutar igual. Elijo a la gente con pinza y converso mucho antes de aceptar”, sostiene.

Hoy en día, no existe una certificación especializada para guías de fauna, sino una general. “Sería ideal que haya más capacitación, supervisión y también información, porque hoy en día es fácil que salga alguien sin conocimiento y genere situaciones de riesgo para los turistas y los animales”, advierte.

Pero según el balance de Iván, las cosas buenas que genera este oficio son más que los riesgos. “Yo amo a estos animales, su mirada es impactante. Y veo cómo los turistas que llevo se van con ese sentimiento, de apreciar la fauna y por lo tanto de querer cuidarla. ¿Cómo vas a cuidar algo que no conoces?”, analiza.

El rol del puma

El oficio de Iván le ha dado una conciencia sobre el rol que cumple el puma y también las amenazas que enfrenta. “El puma es fundamental para un ecosistema saludable. Él depreda al guanaco que también es dañino si hay demasiados, erosionan el suelo. Del guanaco que cazó un puma comen todos. Baja el cóndor a comer, las águilas, los armadillos, después sirve de abono”, explica.

También es conciente de la necesidad de áreas protegidas para conservar las especies. “Torres del Paine es un paraíso para los pumas. De hecho los estancieros que viven cerca a veces dicen que los pumas de Torres del Paine son weones, porque no están conscientes de la amenaza que pueden representar los humanos en otros lugares donde no hay protección”, cuenta.

Según Iván, la principal amenaza para los pumas son los estancieros de predios aledaños al parque, que los cazan y matan cuando amenazan el ganado. También ve con preocupación el caso de Argentina, en que ha conocido a turistas extranjeros que pagan a guías para ir a cazar pumas en los lugares donde no está prohibido.

También menciona que el turismo irresponsable podría ser una amenaza para los pumas. “Hay muchas agencias que venden la excursión y últimamente se ven pumas en la ruta. Los pumas son tranquilos, pero hay un período de edad, que es cuando están aprendiendo a cazar, en que no lo son y eso puede generar una situación de riesgo y seguramente terminen matando al puma, por eso es importante hacerlo bien”, aclara.

“Este oficio tiene muchas cosas buenas, y lo malo todavía no ha ocurrido todavía. Creo que se pueden tomar acciones para evitar que ocurra”, concluye.

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