“Estamos viendo morir el Villarrica”: Piden acelerar el plan de descontaminación del lago

Por: María del Mar Parra | Publicado: 27.01.2024
“Estamos viendo morir el Villarrica”: Piden acelerar el plan de descontaminación del lago Floración de algas en el lago Villarrica. / Foto: Observatorio de la Tierra de la NASA
Desde el 2017 el lago Villarrica se declaró saturado y comenzó a elaborarse un plan de descontaminación que aún no se aprueba mientras el problema de calidad del agua crece originado por el boom inmobiliario, la descarga de aguas servidas y la actividad salmonera en la cuenca.

Durante el verano, las altas temperaturas dejan de manifiesto el grave problema de calidad de las aguas del lago Villarrica. Pero se trata de una situación prevalente y cada vez peor: en mayo del año pasado el observatorio de la Tierra de la NASA registró desde el espacio el bloom de algas que teñía el agua de verde, situación que rara vez se había constatado a esa altura del año.

Este verano hay algunos avances en prevención y monitoreo: las playas del lago aptas para baño son testeadas a diario y se colocan banderas de distintos colores en cada una para alertar a la ciudadanía si es posible bañarse o si el nivel de toxicidad es peligroso.

A pesar de estas nuevas medidas, el problema de fondo está lejos de solucionarse. Aunque el lago fue declarado como saturado ya en el 2017, las amenazas que lo contaminan siguen creciendo y el plan de descontaminación que está elaborándose desde aquel entonces aún no se aprueba.

El Seremi de Medio Ambiente de la región, Félix Contreras, espera que este año el plan esté aprobado, ya que actualmente se encuentra en la última etapa de consulta indígena para lo que luego debe pasar a un diálogo con el Estado y luego al Comité de Ministros.

Así, el Villarrica sería el primer lago del país en contar con un plan específico de descontaminación, lo que se convertiría en un ejemplo para ver si es posible solucionar otro problema que ya está afectando a otros lugares como el lago Vichuquén en el Maule y el Llanquihue en Los Lagos.

¿Qué contamina el lago?

El proceso que vive el Villarrica se llama eutrofización; un fenómeno que sucede cuando hay un aumento de nutrientes en el agua, sobre todo fósforo y nitrógeno, que superan la capacidad del ecosistema para asimilarlos. Así, plantas, algas y otros organismos crecen de forma desmedida generando un desequilibrio en el agua que tiene efectos en la salud de las personas y del ecosistema.

Las causas de este proceso en el lago han sido diagnosticadas por años y siguen acentuándose: el boom inmobiliario en sus playas que aumenta la descarga de aguas servidas, la falta de tratamiento de aguas en Curarrehue y Catripulli que afectan aguas abajo y la actividad salmonera en la cuenca que también genera descarga de nutrientes al agua.

Según datos recopilados por la ONG Aguas Libres Villarrica, hay al menos 16 pisciculturas en la cuenca del lago, que se dedican a la cría de alevines de salmón, que cuando alcanzan mayor tamaño son llevados a los centros de cultivo en los mares Patagónicos.

¿Cómo afecta la salud?

Además de un grave impacto en el ecosistema y la biodiversidad que depende del lago, el contacto con las microcistinas liberadas por las algas puede generar picazón, ardor y enrojecimiento de la piel, irritación en ojos y oídos, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas, vómitos y diarreas. La exposición prolongada a largo plazo desencadena problemas hepáticos.

Concientizar a la población

La ONG Aguas Libres y un grupo de otras organizaciones están sosteniendo reuniones de trabajo con las autoridades locales para lograr la implementación de medidas. La próxima reunión será el 2 de febrero y fue convocada por el Delegado Presidencial de La Araucanía.

El llamado desde la ONG es a seguir las instrucciones de las alertas y respetar las banderas en las playas más allá de cómo se vea el agua, ya que estas alertas están basadas en el monitoreo diario con instrumentos especializados.

Además buscan que haya conciencia sobre el tema en los centros de salud y la ciudadanía. Esto para que las personas que presentan síntomas puedan reconocer que están relacionados al contacto con toxinas del agua, y que los centros médicos puedan hacer registro de los casos.

“Nuestro objetivo no es alarmar a la gente ni espantar el turismo, pero esto no es una exageración sino un problema constatado y que puede generar riesgos por lo que es necesario actuar ahora. Para poder tener turismo y seguir desarrollándolo cada año, tenemos que salvar el lago, ya que ahora lo estamos viendo morir”, declaran desde Aguas Libres Villarrica.

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