Crecimiento desregulado amenaza playa y humedal de Los Molles y vecinos piden ayuda

Por: María del Mar Parra | Publicado: 12.02.2024
Crecimiento desregulado amenaza playa y humedal de Los Molles y vecinos piden ayuda Verano en Los Molles / Foto: Agencia UNO.
Felices de acoger el boom turístico que vive la playa, comunidades del sector alertan que la falta de infraestructura y regulación para acompañarlo han provocado problemas como peces muertos en el humedal, edificios inundados sobre la playa y fosas sépticas que se rebalsan.

Hasta hace unos cinco años, Los Molles era una caleta turística; un desconocido tesoro natural en las costas de La Ligua con uno de los mejores lugares para bucear en el país, un humedal conectado a la playa y una reserva de biodiversidad colindante que combina la naturaleza del norte y el centro de Chile.

Últimamente el lugar ha tenido un desarrollo turístico exponencial, que la comunidad se esfuerza por acoger con propuestas gastronómicas y panoramas que aprovechan las condiciones del lugar, como escuelas de surf y buceo, y visitas guiadas a la reserva.

Pero alertan que el crecimiento no ha venido de la mano con una regulación ni aumento de infraestructura, y los problemas comienzan a notarse.

Edificios construidos sobre el humedal que se inundan cada año, una planta de tratamiento sanitaria que no dan abasto, contaminación del humedal dejando una marea de peces muertos, y fosas sépticas que se desbordan creando arroyos de aguas negras en las calles por la falta de alcantarillado en algunas zonas, son algunos de los síntomas.

“El desarrollo turístico ha sido buenísimo y estamos contentos, llamamos a la gente a que venga a conocer Los Molles porque es un lugar hermoso. Pero también llamamos a las autoridades para que nos ayuden a mantener el lugar tan bueno como es, porque hoy la playa y el humedal están en peligro”, reflexiona Nicolás Ferraro, presidente del cabildo ciudadano de Los Molles.

Nicolás representa a una de las organizaciones que en los últimos años se han visto sumidas en batallas legales para proteger el patrimonio natural del lugar ante la presión inmobiliaria sin límites y las deficiencias en el el alcantarillado y el tratamiento de aguas en el lugar.

Playa en riesgo de desaparecer

Todo comenzó en 2019, cuando vecinos de Los Molles vieron con sorpresa cómo una retroexcavadora rellenaba parte del humedal y construía sendos edificios de 200 departamentos sobre él. Estos se han convertido en un emblema sobre las consecuencias de construir ignorando ecosistemas costeros: las calles que rodean el edificio se inundan constantemente.

Las comunidades comenzaron una pelea legal contra la inmobiliaria que es dueña de la playa y que buscaba construir otros edificios hoy suspendidos. Desde entonces, los vecinos están solicitando que se actualice la línea de más alta marea, para establecer realmente hasta dónde puede llegar la propiedad sobre la playa.

Desde entonces hasta la fecha esto no se ha hecho, aunque aseguran que desde la Armada se han comprometido a medirla en agosto de este año, cuando ocurre la marea alta. Según Ferraro, cuando hay alta marea las olas llegan hasta el edificio, y si se establece allí la línea eso obligaría a dejar más espacio hasta la primera edificación.

“No tenemos nada contra los vecinos que ya tienen su segunda vivienda en el edificio, pero buscamos que no se terminen los edificios nuevos a medio construir, y que no se propongan otros proyectos encima de la playa” comenta.

Un reciente estudio sobre erosión costera identifica a Los Molles como una de las nueve playas donde más se ha acelerado este proceso y que corren riesgo de desaparecer en la próxima década. La investigadora del Observatorio de la Costa y autora del estudio, Carolina Martínez, identifica la presión inmobiliaria sobre humedales y dunas costeras como una de las principales causas.

Peces muertos

Otra señal de saturación en Los Molles ocurre cada año en temporada alta al aumentar la población flotante del lugar: las aguas del humedal se tornan verdes con microalgas y su superficie queda tapizada por peces muertos.

Los vecinos del sector denunciaron la situación ante la Superintendencia de Medio Ambiente y la de Servicios Sanitarios en febrero de 2023, pero antes de ver algún resultado, la situación se volvió a repetir en los últimos días. “Sabemos que notifican a la empresa sanitaria o le ponen multas, pero no hay ninguna medida que haya logrado un cambio en la situación”, reclama Ferraro.

Los vecinos apuntan como causante del problema a la sanitaria San Isidro, que por estos días está siendo investigada por una comisión de la Cámara de Diputados debido a irregularidades y fallas en el servicio de la empresa en cinco regiones del país, y posibles faltas de diligencia de los organismos del Estado para regularizar la situación.

Esta semana, y tras constatar además situaciones de corte de agua potable en la zona, desde la Superintendencia de Servicios Sanitarios congelaron el aumento de tarifas que había establecido la sanitaria y declararon estar evaluando si es pertinente retirarle la concesión a la empresa.

Las organizaciones de Los Molles también están a la espera de que se vuelva a delimitar la superficie del humedal, para proteger lo que queda y evitar nuevas construcciones. Esto porque al entrar en vigencia la ley de humedales urbanos, se inició el proceso para que el de Los Molles sea reconocido como tal.

Sin embargo, la delimitación hecha por el Ministerio de Medio ambiente dividió el humedal en dos partes reduciendo significativamente la superficie que había planteado el municipio tras varios estudios con la comunidad. El hecho suscitó otra batalla legal, en que el Tribunal Ambiental ordenó que el ministerio debe volver a delimitar el espacio. El fallo fue dictado hace un año pero la nueva delimitación aún no ocurre.

Falta de alcantarillado

Los vecinos también denuncian que hay una buena parte de hogares en Los Molles que no cuentan con red de alcantarillado y funcionan con fosas sépticas en un suelo arcilloso que absorbe poco, por lo que las aguas servidas incluso terminan corriendo por las calles del pueblo.

El dirigente llama entonces a que el municipio y las autoridades regionales echen a andar los procesos para extender la red de alcantarillado y actualizar el plan regulador comunal, para que el instrumento regulador pueda guiar ordenadamente el proceso de crecimiento que vive la localidad.

“Esta localidad vive del turismo, que afortunadamente está creciendo. Antes éramos una caleta y ahora somos un balneario, pero aún con infraestructura de caleta, por eso pedimos ayuda de las autoridades para tomar las medidas que encausen este desarrollo turístico de una forma que se pueda sostener hacia el futuro”, concluye Ferraro.

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