Incendio de Viña y Quilpué arrasa con especies ya vulneradas como palma, belloto y orquídea

Por: María del Mar Parra | Publicado: 13.02.2024
Incendio de Viña y Quilpué arrasa con especies ya vulneradas como palma, belloto y orquídea Superficies de vegetación quemadas en el mega incendio de Viña y Quilpué. / Mapa: Fundación Terram.
A las vidas humanas perdidas durante el incendio, se suma la de hectáreas de vegetación nativa con especies en peligro de extinción como la palma chilena, el belloto del norte, un tipo de orquídea endémica y formaciones xerofíticas de arbustos, cactus y suculentas, escasas en la V región.

De las 9.500 hectáreas quemadas por el gran incendio en Viña del Mar y Quilpué, casi 4.300 corresponden a bosque nativo. El dato fue recopilado por la fundación Terram, al contrastar el catastro de Conaf sobre uso de suelos y las imágenes satelitales del incendio del Observatorio de la Tierra Copernicus.

Dentro del bosque nativo siniestrado había especies emblemáticas y de alto valor ecológico, como agrupaciones de palma chilena (en peligro y a la espera de ser reconocida como Monumento Natural), poblaciones de belloto del norte (Monumento Natural y vulnerable), orquídea (Chloraea disoides, en peligro crítico), alstroemeria (A. marticorenae, en peligro), naranjillo (vulnerable), lingue (vulnerable) y patagua (vulnerable).

Además, se quemaron especies típicas de bosque esclerófilo como peumos, quillayes y litres, y valiosas formaciones xerofíticas. Estas comprenden arbustos y suculentas, y son un tipo de vegetación típico pero amenazado que es más común ver entre la I y la IV región, pero muy poco en la de Valparaíso.

“Entre Viña del Mar y Quilpué, en las inmediaciones del Palmar El Salto, Jardín Botánico y sector Las Cucharas, se desarrollaba una preciosa asociación de alto valor ecológico con Puya (alpestris ssp. zoellneri) o Chagual Calipso, Quisco (Leucostele chiloensis, Casi Amenazado), y Palma Chilena”, que se vio afectada por el incendio según lamenta el especialista del área de vegetación nativa en el proyecto Tayú de fundación Terram, Joaquín Gómez.

Vegetación urbana

Desde el proyecto Tayú también agregaron datos propios que constatan que se vieron afectadas otras 330 hectáreas de vegetación nativa dentro del límite urbano o a menos de 500 metros de éste, en quebradas húmedas y laderas aún no urbanizadas de ambas comunas.

Para la directora de Terram, Flavia Liberona, esta vegetación nativa urbana tiene un valor elevado para mitigar efectos de la crisis climática como capturar aguas lluvia y regular crecidas, proveer sombra y reducir la temperatura local, además de ser espacios de esparcimiento y contacto con la naturaleza para la población de la ciudad.

“Los arbolados urbanos han tendido a construirse con especies exóticas que obligan a cuidados especiales y requieren muchas veces más agua, además de ser consumidas más rápidamente por los incendios. Cada fragmento de vegetación nativa que se conserve dentro de las ciudades, y que ha resistido las presiones humanas, son extremadamente valiosos. Estos parches están adaptados a las condiciones climáticas locales, los tipos de suelo, y otros factores ambientales y son parte de la identidad de las personas en la Región de Valparaíso. Basta con mencionar la denominación de barrios y localidades, como vía Las Palmas, o El Quisco, entre muchas”, señaló Liberona.

Conflictos socioambientales

Otro dato aportado por la fundación tiene que ver con la cantidad de proyectos con impacto ambiental que han entrado en conflicto con comunidades de Viña y Quilpué, y que en muchos casos aumentan la presión sobre la vegetación nativa de la zona. Cinco de estos proyectos tienen relación con el área quemada.

De estos cinco conflictos, cuatro tienen que ver con la expansión urbana a través de la expansión inmobiliaria formal, mediante proyectos inmobiliarios promovidos tanto por empresas privadas como por entidades públicas; los loteos irregulares, y las tomas de terreno.

El quinto conflicto está relacionado con el crecimiento de la red vial para el acceso y salida del Gran Valparaíso. Este conflicto involucra la construcción de carreteras que se proyectan sobre importantes sectores con vegetación nativa de las comunas de Viña del Mar, Quilpué, Valparaíso, Concón y Villa Alemana.

De acuerdo a la Directora del Proyecto Tayú, Eliana Chong, es urgente contar con una planificación urbana y territorial, además de legislar sobre los cambios de uso de suelo que se generan posterior a los incendios, de modo de permitir su recuperación, evitando que sean ocupados por proyectos inmobiliarios o de plantaciones de frutales.

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