Nueva planta de hidrógeno verde para combustible de autos: ¿Es tan sustentable como dicen?

La nueva planta de hidrógeno verde inaugurada en Pudahuel y avalada por el Ministerio de Energía, busca dar alternativas para suspender el uso de combustibles fósiles que promueven el calentamiento global. El combustible se realiza con agua a través de un proceso, y se usan otros recursos renovables de energía como paneles. Esta iniciativa está siendo usada en varios países para cuidar el medioambiente.

Según el ministerio, buscan “incluir y ofrecer alternativas de movilidad sustentables a través de la exploración y evaluación de proyectos”.

El hidrógeno verde se trata de un combustible sustentable que viene a sustituir los combustibles fósiles usados en industrias y transportes. Actualmente, el hidrógeno se obtiene del gas natural, carbón y petróleo, pero esto libera gran cantidad de CO2, que contribuye al calentamiento global.

Tras investigaciones, se descubrió que el hidrógeno se puede obtener de fuentes renovables. El denominado “hidrógeno verde” se obtiene de un proceso llamado “electrólisis”, que consiste en separar el hidrógeno y el oxígeno del agua usando energía eléctrica, que además se puede obtener de energía renovable como paneles solares.

En el proceso de electrólisis, se genera un kilogramo de hidrógeno verde por diez litros de agua purificada. El combustible se puede utilizar en camiones, buses, trenes, barcos y autos, pero sólo en los que tienen motores eléctricos diseñados para utilizarlo.

El motor más utilizado para este tipo de vehículos es el del tipo PEM, que significa membrana intercambiadora de protones por sus siglas en inglés. Se trata de un sistema que impulsa la electricidad del vehículo con un motor de dos espacios separados por una membrana.

Por un lado, ingresa el hidrógeno verde almacenado en los estanques del vehículo, y por el otro el oxígeno proveniente del aire exterior. Luego, los protones del hidrógeno atraviesan la membrana, pero los electrones provenientes del exterior no pueden hacerlo. De esta forma, se ven obligados a salir impulsando la electricidad del vehículo, y el único residuo que sale al exterior es agua evaporada, por lo que se reduce significativamente el CO2 en el aire ya que lo único implicado en el proceso es agua y calor.

Motor de mebrana para hidrógeno verde, captura de pantalla del Ministerio de Energía

¿Es tan sustentable como dicen?

El único auto con este sistema en Chile, es el Toyota Mirai. Según sus productores, la planta de hidrógeno podrá suministrar una carga completa en tan solo 5 minutos, permitiéndole obtener autonomía de hasta 650 kilómetros.

Según Eduardo Madariaga, jefe de Futuros Negocios, esta planta es importante para el país porque “tenemos el desafío de aprovechar los recursos naturales que tiene Chile en la producción de energías renovables, ya sea a través de paneles fotovoltaicos o aerogeneración,  y de esta manera producir un hidrógeno con costos nivelados de producción mucho más competitivo”.

Además añadió, “la experiencia nos dice que estas nuevas tecnologías ocasionalmente tienen costos de producción más altos, sin embargo, si logran complementarse bien con una estrategia y mostrar resultados positivos en un corto plazo, pueden transformarse en casos de éxito.

Por esto mismo, creo que debemos ser consientes en que existirán tecnologías que debemos desarrollar para el futuro, como el hidrógeno, y esperar que se den las condiciones necesarias para poder implementarlas y otras tecnologías que vienen a ser una real solución para la sociedad y la industria en el presente, como los vehículos híbridos no enchufables, que logran reducir un 30% la generación de CO2 y un 40% el uso de combustibles fósiles”.

Si bien se mencionó el aprovechamiento de recursos naturales chilenos como los paneles fotovoltaicos o aerogeneración para la producción nacional de este combustible, uno de los puntos más llamativos es el agua para producirlo, ya que actualmente se está sufriendo una crisis de escasez. Sin embargo, para realizar hidrógeno verde, el agua purificada se obtiene del mar con un proceso de desalinización, dándole un tratamiento para no agotar las reservas de agua dulce.