Bernard Keiser, el buscador del tesoro en Juan Fernández: “Desde el comienzo he hecho todo acorde a la legislación chilena, sin embargo he encontrado resistencia a cada paso”

Por: Barinia Montoya Montenegro | Publicado: 06.01.2021
Bernard Keiser, el buscador del tesoro en Juan Fernández: “Desde el comienzo he hecho todo acorde a la legislación chilena, sin embargo he encontrado resistencia a cada paso” Bernard Keiser /
Durante dos décadas la modalidad de trabajo que utilizó Keiser para desenterrar el tesoro fue artesanal, es decir con pala y picota, pero desde 2019 las exploraciones se modificaron introduciendo una retroexcavadora al interior del Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández para realizar las obras de búsqueda. Todo esto es posible ya que cuenta con todos los permisos medioambientales exigidos en Chile, sin embargo no ha estado exento de controversia.

Bernard Keiser ha dedicado más de 20 años de su vida en la búsqueda de un tesoro en una de las islas más recónditas del mundo: Robinson Crusoe, territorio que es parte del Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández. Actualmente es el caza tesoros más nombrado en nuestro país, aunque a él no le gusta la etiqueta.

El historiador holandés nacionalizado norteamericano se caracteriza por ser un hombre de bajo perfil que no quiere ser el centro de la atención en este tema. “Siempre pensé que con el descubrimiento, el mundo también opinaría sobre mí”, dice, “pero lo sigo haciendo porque es lo correcto de hacer para la historia”.

Y tampoco expresa ninguna otra intención más elaborada para su misión: parafraseando a Sir Edmond Hillary ⎼la primera persona en escalar el monte Everest⎼ dice que su principal motivación para buscar el tesoro es simplemente “porque está ahí”.

Algunas personas de la isla lo llaman “El Gringo” como gesto de cariño; otros, en cambio, utilizan el apodo con desdén pues para ellos este historiador y empresario está causando un daño ambiental y patrimonial irreversible.

“El Gringo” comenta que el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y los medios de comunicación han ridiculizado sus esfuerzos por encontrar el tesoro y declara que “siempre dicen que estoy destruyendo el bosque endémico, lo cual es una mentira absoluta” recalcando que cuando lo encuentre será una gran hallazgo para Chile ya que, según las leyes chilenas, el 75% del tesoro es para el Estado. Y agrega que “eso no incluye el valor turístico que ayudará a toda la población de Juan Fernández y de Chile”, afirma.

Parque Nacional Archipiélago de Juan Fernández. Foto: Paola González

No obstante Keiser asegura que, a pesar de lo que indican la legislación chilena y el contrato para la excavación con el CMN, le han dicho “que el CMN no acatará con el contrato ni seguirá las leyes chilenas en absoluto”, privandolo del 25% del tesoro que le corresponde.

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Por ello Keiser, reacio a dar entrevistas, por primera vez accede a conversar con un medio nacional sobre este tema. Y no se guarda nada: “Es hora de que los ciudadanos chilenos sepan cuál es la verdad”, declarando que se encuentra harto de las mentiras realizadas por el CMN y la CONAF sobre su labor.

CONAF y CMN: “ ¿ Dónde está el problema ambiental con mi proyecto?”

Keiser es enfático en afirmar que su proyecto jamás ha destruido plantas o árboles y que todas las excavaciones siempre se rellenan con la misma tierra que se excavó. Y pese a contar con todos los estudios ambientales y aprobaciones requeridas por la legislación chilena para realizar su obra, “ambos (CONAF y CMN) continúan hablando mal de sus esfuerzos”… incluso después de que ganara demandas interpuestas en su contra tanto por CONAF como por CMN ante la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema.

– Una de las condiciones que CONAF solicita es que el área autorizada para la excavación quede completamente tapada al finalizar la temporada de trabajo, pero el organismo público afirma que ello no se ha cumplido ¿Qué opina de la declaración de CONAF?

CONAF ha mentido sobre todos los aspectos del proyecto, incluido lo que consideran un sitio mal cubierto. El área donde se encuentra mi excavación, lamentablemente, siempre ha tenido problemas con la erosión y el flujo aluvial de las colinas que rodean el área de picnic que se encuentra ahí.

Esto ha ocurrido mucho antes de que yo llegara a la isla, lo cual se puede verificar preguntando a cualquiera de los isleños. Hice un muy buen trabajo encubriendo el sitio y no es más que una mentira del director de CONAF en la isla. Además, la retroexcavadora compacta el suelo mucho mejor que la compactación manual. Pero no importa que tan buen trabajo haya hecho a lo largo de los años, CONAF siempre ha sido negativo sobre todo lo que he hecho en el sitio.

– El CMN dice que “durante la ejecución de las campañas se identificaron y extrajeron materiales arqueológicos/históricos en las excavaciones realizadas, lo que daría cuenta de la presencia de un sitio arqueológico en la zona del proyecto, pero esto no fue reportado al CMN y actualmente se desconoce el estado de conservación de estos materiales ”. ¿Es cierta esa afirmación?

El CMN no dice la verdad, ya que los materiales arqueológicos/históricos fueron depositados en el Museo de Historia Natural de Valparaíso. Cada vez que encontraba algo, los arqueólogos chilenos me decían que no era importante, así que me encargué de identificar todo yo mismo.

Pero los arqueólogos del CMN nunca creyeron nada de lo que les dije sobre mis hallazgos. En cierta ocasión les hablé de unos cañones que descubrí a 200 metros del sitio de excavación. Cuando los encontré, reconocí que eran de origen inglés pertenecientes al siglo XVIII, pero para estar absolutamente seguro del hallazgo envié fotos, dibujos y medidas al Museo de Armas en Portsmouth, Inglaterra, y la respuesta fue positiva a mi favor. Sin embargo, los arqueólogos insistieron en que no era cierto y afirmaron que los cañones eran de origen español, ya que la isla estuvo dominada por españoles.

Cañones ingleses identificados por Bernard Keiser

Pero en 2008, dos turistas australianos visitaron el sitio de la excavación y posteriormente se dirigieron a los cañones, donde Marcelo Rossi, guía del lugar, les dijo a los turistas que los cañones eran españoles. Uno de los turistas preguntó “¿quién le dijo que los cañones eran españoles?”, a lo que Marcelo respondió que los arqueólogos. Entonces el turista preguntó “¿qué dijo Bernard Keiser sobre los cañones?” y Marcelo relató mi versión. Luego el turista afirmó que los arqueólogos estaban totalmente equivocados y que los cañones eran 100% ingleses. Resultó ser
que el turista australiano fabricaba réplicas de cañones para museos y réplicas de barcos de vela.

– El Colegio de Arqueólogos (as) afirma que usted en 2020 realizó intervenciones “tremendamente dañinas”. ¿Qué puede decir de esto?

En primer lugar, hay dos tipos de arqueólogos. Como médicos, abogados, contadores: los hay buenos y malos. Y luego están los que hacen comentarios sobre cosas de las que no saben absolutamente nada. Durante siete años tuve a siete arqueólogos diferentes trabajando en el proyecto, hasta que en 2007 el arqueólogo aprobado por el CMN informó que el sitio de excavación era estéril, es decir que prácticamente ya no había información arqueológica para encontrar.

El CMN estuvo de acuerdo y luego me permitió hacer una campaña de perforación, con lo que recién ahí pude comenzar a excavar con una metodología mucho más acorde a tratar de descubrir el tesoro que probablemente se encuentra en el lecho de la roca.

– ¿Por qué presentó un Recurso de Amparo contra CONAF en 2019?

Mis abogados decidieron interponer un Recurso de Amparo debido a la discriminación de CONAF contra mí y mi proyecto a lo largo de estos años. Un ejemplo de esta discriminación es la historia del baño en el área de picnic de Puerto Inglés.

En 2016, vientos muy fuertes soplaron sobre el edificio de baños y destruyeron los inodoros de porcelana. En ese momento, nosotros ni siquiera estábamos en la isla. CONAF recuperó parcialmente la estructura, pero no reparó los inodoros sino que reutilizó los que estaban rotos, por lo que no funcionaban normalmente. Cuando uno de los directores de CONAF fue a ver el sitio y se dio cuenta de cuán deplorable era el estado del baño, dijo que yo era el responsable y que tendría que construir un baño nuevo.

Aunque yo no era responsable del lamentable estado del baño y a pesar de que CONAF nunca lo solucionó correctamente, hacían parecer como si fuera culpa mía. Y no me permitirían continuar con mi trabajo sin firmar un contrato para construir un nuevo baño, documento que me vi obligado a firmar, aunque no era mi responsabilidad. Es muy habitual que me culpen de los problemas de los que es responsable CONAF.

– CONAF denuncia que se retiró del sitio de excavación con posterioridad al plazo acordado ¿Por qué terminó el trabajo de 2020 fuera de plazo?

El 2020 se terminó después de la fecha límite porque CONAF retrasó nuestro inicio desde el principio y luego cerró el parque por más de un mes, por lo que no pudimos terminar el trabajo a tiempo. Evidentemente, la pandemia tuvo mucho que ver con los retrasos.

Sin embargo, lo que hace que mis excavaciones sean aún más difíciles de terminar es que antes del final del período de ocho meses de trabajo, la excavación debe quedar rellenada completamente, ya sea que se haya descubierto algo o no.

La retroexcavadora

“Tratar de encontrar un tesoro no es fácil. De hecho, ha sucedido pocas veces en la historia” cuenta Keiser. Y agrega que “las restricciones impuestas por el CMN y CONAF, obligando a hacer el mismo trabajo una y otra vez cada año” ha sido la mayor complicación para terminar el proyecto. “Si a Howard Carter se le hubiera exigido que cumpliera con estas reglas ilógicas y ridículas, nunca habría encontrado la tumba de Tutankamón”.

– Existen otros métodos de exploración que no son invasivos para buscar el tesoro ¿Por qué decidió utilizar, en 2020, una retroexcavadora al interior de un parque nacional?

He utilizado muchos métodos para buscar el tesoro, incluido el radar subterráneo y la detección electromagnética. He detectado el tesoro, pero por su tamaño, volumen y profundidad hace que sea difícil de precisar, por eso me he quedado en la misma zona durante dieciocho años. Solo me han dado permiso para trabajar ocho meses por temporada y según las normas establecidas por CONAF y CMN, la excavación tiene que quedar completamente cubierta al final de esos ocho meses.

Para excavar a mano seis metros en un área de 70×30 metros, con doce hombres y sin poder trabajar los fines de semana, se necesitarían más de cuatro meses para excavar y más de cuatro meses para rellenar la excavación. La única forma totalmente creíble de probar que el tesoro está ahí es una metodología de excavación invasiva.

Trabajos con la retroexcavadora en 2020

A pesar de que encontré evidencia arqueológica, que sería una verificación de mi teoría de que el tesoro está allí, todavía es necesario encontrarlo con excavaciones. Y éstas tienen que hacerse más rápido que a mano, ya que no podemos dejar la excavación abierta para la próxima temporada, para no tener que empezar a excavar el sitio rellenado una y otra vez.

Les daré un escenario que es similar a mi situación: Si una persona encuentra la parte superior de una pirámide en el desierto y una agencia gubernamental le dice que puede desenterrar la pirámide solo a mano, y que si no desentierra toda la pirámide hasta su base, entonces debe rellenar la excavación hasta arriba y volver a intentarlo la próxima temporada. Bueno, entonces la pregunta sería ¿cuándo terminaría de desenterrar toda la pirámide? La respuesta es nunca.

¿Por qué suspender las operaciones durante los cuatro meses de invierno, cuando mis excavaciones deberían haberse dejado abiertas y el trabajo debería haberse prolongado durante dos o tres años seguidos? Parece lógico pero no es así como funcionan estas agencias. Intenté muchas veces convencerlos de que me dejaran trabajar directamente sin rellenar nuevamente todo, pero nunca pude dejar la excavación asegurada sin llenarla antes del final de la temporada y nadie me dio nunca una explicación sobre esto.

Entonces, la única forma de avanzar sin dejar la excavación abierta durante una temporada adicional era usar una retroexcavadora para hacer el trabajo. La retroexcavadora no causó ningún daño ambiental y es mucho más limpio que usar trabajadores con herramientas manuales.

– ¿Fue muy complicado trasladar la retroexcavadora a la isla?

Para trasladar la retroexcavadora se construyó una balsa en EEUU, luego se envió a Chile en pedazos y posteriormente a la isla, donde se armó. Trasladar la retroexcavadora desde el continente hasta la isla fue la parte más difícil porque alguien le dijo al capitán del barco ―de suministros mensuales para la isla― que no embarcaran mi retroexcavadora. Esto retrasó todo durante tres meses.

El transporte de la retroexcavadora a Puerto Inglés fue fácil porque la balsa que armamos en la bahía principal fue aprobada por la Armada de Chile para transportar la retro los dos kilómetros hasta el sitio, donde se hizo rodar desde unas rampas hasta la playa sin ningún problema y bajo la observación de CONAF, quienes obviamente estaban expectantes al desastre ambiental que esperaban que ocurriera.

Traslado de Retroexcavador en la balsa construida por Keiser

– ¿Cuánto es la profundidad que has cavado con la retroexcavadora?

La profundidad de excavación en el suelo fue de seis metros. La retroexcavadora cavó al mismo nivel que lo que habíamos hecho a mano durante años, pero mucho más rápido y mucho más limpio.

Se dice que la retroexcavadora es del alcalde de Juan Fernández. ¿Es verdad?

Los rumores en Chile son como un pasatiempo nacional. Es totalmente una mentira que la retroexcavadora fuera propiedad del alcalde. Esto es realmente ridículo.

¿Por qué diablos alguien pensaría esto y por qué no pensarían que la retroexcavadora es mía, por ejemplo? La razón por la que se ha difundido este rumor es que la oposición política a la reelección del alcalde ha utilizado el rumor para herirlo políticamente. Tendría que vivir en la isla durante algún tiempo para saber cómo funcionan algunas cosas.

¿Su relación con la comunidad de Juan Fernández se ha visto afectada en estos momentos por los conflictos que se han generado por el uso de maquinaria pesada?

Mi relación con los isleños no se ha visto afectada en absoluto por el uso de una retroexcavadora en el sitio. Piensan que es ridículo no haberla usado antes, especialmente cuando CONAF permitió que el municipio utilizara una retroexcavadora similar para hacer varios caminos a ciertos sitios directamente a través del Parque Nacional.

En este caso sí se destruyeron plantas y árboles endémicos, sin embargo CONAF nunca dijo una palabra sobre este acto de destrucción ambiental del bosque endémico. Esto se hizo sin la documentación adecuada de ninguna agencia gubernamental ambiental y nadie supo cuánta información arqueológica se perdió por las excavaciones y caminos que se construyeron en la isla.

Perspectivas futuras

– ¿Continuarás trabajando con tus exploraciones en Juan Fernández en 2021?

Ahora mismo la situación ha cambiado debido a la pandemia. Los turistas de EE.UU tenemos prohibido viajar a Chile y a eso se suman las restricciones sanitarias propias de la isla, por ende todo será mucho más difícil para hacer el trabajo. No veo que la situación cambie para 2021, pero tal vez si para el 2022.

– ¿Para continuar con las exploraciones, debes solicitar un nuevo permiso al SEA y a CONAF?

Solo mis abogados conocen el camino que se debe tomar para continuar con futuras excavaciones. Con la pandemia, es posible que cualquier trabajo futuro no sea posible hasta 2022 y eso parece optimista en el mejor de los casos.

Sean cuales sean las mentiras que se hayan dicho sobre mi búsqueda del tesoro, ninguna de las críticas de CONAF o CMN tiene absolutamente ninguna validez, especialmente cuando se trata de críticas ambientales. Si de verdad hubiera algún problema ambiental, CONAF o CMN habrían revelado cualquier evidencia real que hayan encontrado o que se hubiera entregado a los tribunales en su ridícula lucha contra mí.

Si miras esto lógicamente, la única conclusión válida es que estos organismos no quieren que un gringo excave en un pequeño sitio de su vasto dominio privado. Aún recuerdo las mentiras que contó CONAF sobre el filántropo estadounidense Douglas Tompkins y cómo lo criticaron durante años mintiendo sobre sus motivos para comprar tanta tierra patagónica. Tompkins terminó donando más de 300 mil hectáreas al Estado chileno y ¿Quién está a cargo de la propiedad? Nada menos que CONAF.

Espero que ustedes también recuerden cuán miserablemente lo trataron CONAF y la prensa.

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