OPINIÓN | Modificación al DS 90: Cuidamos el mar, pero ensuciamos nuestros ríos

Por: Rodrigo Garrido Miranda, Camila Teutsch Barros / Patagua, Gestión Integrada del Agua | Publicado: 21.04.2021
OPINIÓN | Modificación al DS 90: Cuidamos el mar, pero ensuciamos nuestros ríos /
La revisión del Decreto Supremo Nº90, que establece la norma de emisión de contaminantes asociados a las descargas de residuos líquidos en aguas marinas y continentales, supone un importante avance al incorporar los estuarios como cuerpo de agua receptor de descargas. Sin embargo, no ocurre lo mismo con aquellos parámetros para descargas a cursos fluviales. Resulta paradójico observar que la propuesta permitiría descargas de contaminantes hasta cinco veces mayores en ríos que en el mar. Además, en una mirada más general de los nuevos parámetros propuestos, los nuevos estándares siguen estando muy por debajo de los estándares internacionales de referencia.

En diciembre del año recién pasado, el Ministerio de Medio Ambiente, mediante Resolución Exenta Nº 1475, aprueba y somete a consulta pública el anteproyecto de revisión del Decreto Supremo Nº90, que establece la norma de emisión de contaminantes asociados a las descargas de residuos líquidos en aguas marinas y continentales, y que está vigente en Chile desde el año 2001. Este anteproyecto busca incorporar modificaciones a la referida norma, para su adecuada interpretación, implementación y control, así como nuevos parámetros y nuevas herramientas encaminadas al cumplimiento de su objetivo de prevenir la contaminación de estos cuerpos de agua.

Un aspecto notable de esta nueva propuesta es la incorporación de los estuarios como cuerpo de agua receptor de descargas. De esta forma, existirían parámetros de emisión en las descargas que los afecten, reconociendo la importancia de este tipo de ecosistemas tan relevantes en la geografía nacional que, sin embargo, han visto disminuida su calidad debido a las emisiones de residuos domésticos e industriales.

Sin embargo, la propuesta de modificación de la norma aún vigente, adolece de debilidades a las que debemos prestar atención. Si bien se propone una mejora importante en los parámetros para descargas al mar, no ocurre lo mismo con aquellos parámetros para descargas a cursos fluviales. Resulta paradójico observar que la propuesta permitiría descargas de contaminantes hasta cinco veces mayores en ríos que en el mar, habiendo aquí una mayor capacidad de dilución de los contaminantes. Vemos con preocupación que esto pueda convertirse en un incentivo perverso para que, en lugar de implementar sistemas de tratamientos de residuos líquidos previa descarga al mar, se opte por efectuar descargas a ríos, afectando así estos ya frágiles ecosistemas. Una situación de desigualdad, que podría estar amparada legalmente.

Además, en una mirada más general de los nuevos parámetros propuestos, los nuevos estándares siguen estando muy por debajo de los estándares internacionales de referencia, como aquellos establecidos en la normativa de la Comunidad Europea, Australia, Canadá o Estados Unidos. Este proceso de revisión y consulta es una oportunidad para establecer estándares más exigentes, que fomenten patrones de producción más sostenible en Chile, permitiendo así optar a mejores mercados. Es una oportunidad para avanzar hacia un país con una economía más sana y que gestione mejor su territorio. En definitiva, una oportunidad para avanzar hacia el desarrollo sostenible en Chile.

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