Ángel Valencia: Los cinco flancos que enredan al candidato a Fiscal Nacional

El Presidente Gabriel Boric finalmente eligió a Ángel Valencia Vásquez (53) como su tercer nominado a convertirse en Fiscal Nacional, tras las fallidas candidaturas de José Morales y Marta Herrera.

Su nombre cuenta con el respaldo del Senado, donde necesita dos tercios de los votos para su ratificación, y de la Corte Suprema, donde logró la primera mayoría en la selección de la quina de candidatos.

Sin embargo, su nombre levanta sospechas y genera resistencia en distintos círculos, donde critican su nombramiento. Estos son algunos de estos flancos.

Redes en el mundo político

La cercanía de Ángel Valencia con el mundo político es uno de los flancos que causa mayor revuelo. Tanto expertos como funcionarios del Ministerio Público han planteado que el próximo Fiscal Nacional debiera dar garantías de autonomía y transparencia, algo que, al menos en este caso, se ve difuso.

Recientemente, la excandidata Marta Herrera acusó que el mismo día de su nominación, Valencia estuvo reunido con «gente ligada al mundo de la UDI».

El abogado reconoció el hecho, pero le bajó el perfil señalando que se trató de una comida entre profesores de la Universidad San Sebastián (USS), históricamente ligada al gremialismo, en la casa del decano Andrés Chadwick, fundador de la UDI y uno de los hombres fuertes de la colectividad.

Sus lazos con la derecha se extienden también a Renovación Nacional (RN). Durante cuatro años trabajó como asesor del exsenador Alberto Espina (2008-2012). Según detalla Ciper, dos años después asesoró a toda la bancada de senadores de RN en la tramitación de proyectos relacionados con seguridad.

También tiene algunas redes familiares con ese partido. Su suegro Juan Enrique Taladriz, fallecido en 2019, fue diputado durante ocho años por RN. Por otro lado, su cuñado Juan Taladriz Eguiluz, actualmente es CORE de Valdivia en cupo Evópoli. Su esposa María José Taladriz es asesora de la Fiscalía Nacional.

Además, tiene cercanía con miembros del oficialismo. Es conocido su compadrazgo con el presidente del Senado, Álvaro Elizalde. De hecho, según señala un reportaje de La Tercera, ambos son padrinos mutuos de sus hijos menores.

Asimismo, patrocinó a la actual ministra del Interior, Carolina Tohá, en la causa de Publicam en 2006, cuando trabajaba en el bufete de Juan Domingo Acosta.

Su rol en casos de corrupción

La trayectoria de Valencia estuvo muy vinculada a la Fiscalía Nacional desde sus inicios. A principios de la década del 2000, integró la unidad coordinadora de la reforma procesal penal en el gobierno de Ricardo Lagos.

Posteriormente, se desempeñó como fiscal adjunto en la Fiscalía de Valparaíso y la Metropolitana Sur hasta 2006. De ahí en adelante, decidió seguir una carrera como litigante junto a reconocidos abogados de la plaza, varios de ellos muy cercanos a Sebastián Piñera, como Juan Domingo Acosta y Carlos Zepeda. También obtuvo una maestría en litigio oral del California Western School of Law de Estados Unidos.

Su versatilidad como abogado lo llevó incluso a involucrarse como defensor en casos de financiamiento ilegal de la política. En el marco del caso Corpesca, patrocinó a Raúl Arrieta, excolaborador de Felipe Harboe, quien emitió una presunta boleta ideológicamente falsa por 12 millones de pesos al grupo Angelini.

También defendió al exgeneral director de Carabineros, Bruno Villalobos, ante acusaciones de fraude al fisco en la arista de gastos reservados del Pacogate. La investigación de Fiscalía acusaba al oficial de apropiarse de más de 67 millones de pesos.

Finalmente, un reportaje de El Mostrador reveló que Valencia compartió oficina con la filial en Chile de la firma panameña Mossack Fonseca, cuyos abogados ayudaban a grandes fortunas a abrir sociedades de papel en paraísos fiscales, las que fueron destapadas en los Panama Papers.

Alerta morada

El nombre de Ángel Valencia también causa escozor en el mundo feminista. Durante sus años como litigante, estuvo involucrado en la defensa de al menos dos casos de abuso sexual: uno en defensa del juez de garantía de Rancagua, Luis Barría, y otro a favor del psicólogo chileno-español, David Bros San Martín.

En una declaración pública, la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres —a la cual perteneció la ministra de la Mujer, Antonia Orellana— lamentó la decisión y reafirmaron su desconfianza a «su carrera como defensor privado de agresores, abusadores sexuales, violadores y secuestradores de mujeres y niñas, desacreditando a las denunciantes en favor de su argumentación».

«Alertamos nuevamente que esta elección puede poner en riesgo por décadas la integridad, la dignidad y la vida misma de mujeres, niñas y disidencias sexogenéricas», subrayan.

Sin embargo, desde el gobierno, el Senado y el Colegio de Abogados han defendido a Valencia aludiendo al derecho a la defensa letrada de todo imputado que establece la Constitución.

Su mancha en derechos humanos

Valencia no solo defendió a Bruno Villalobos en el caso Pacogate. El abogado también patrocinó al exgeneral director de Carabineros cuando fue procesado en calidad de cómplice de la muerte de Patricio Manzano el 9 de febrero de 1985.

En esos años, Villalobos tenía 25 años y era teniente del escuadrón policial que estuvo a cargo del joven, a quien le negaron atención médica tras sufrir una insuficiencia cardíaca y murió por esa negligencia.

Villalobos fue detenido en 2018 por el ministro en visita Mario Carroza y alcanzó a estar tres días bajo custodia hasta que se le concedió la libertad bajo fianza. La decisión fue revocada al año siguiente por la Corte de Apelaciones de Santiago.

No es la única causa que ha visto en esta materia. Valencia también se involucró en la defensa del exministro de Defensa, Mario Desbordes, por eventuales responsabilidades en las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el estallido social.

Casos mediáticos

Valencia fue el abogado de Rafael Garay, condenado a siete años de prisión por estafa. Su cercanía llegó a tal nivel que el economista le delegó la tarea de devolver los dineros a sus clientes tras la disolución de la empresa. Cabe recordar que todo esto ocurrió para hacer frente a un supuesto tumor cerebral que nunca padeció.

También es conocida su defensa a Miguel «Negro» Piñera, quien en 2009 estrelló su camioneta hammer contra el vehículo de una mujer y huyó del lugar sin prestarle ayuda a la víctima. Todo esto en el contexto de que su hermano, Sebastián Piñera, iniciaba su campaña para convertirse en Presidente de la República.